viernes, 8 de junio de 2012

HAY MOMENTOS...

Hay recetas que a lo largo de nuestra vida significan tanto.
Sabores que de repente te trasladan a la niñez, olores  que te identifican  y  remueven en la cesta de los recuerdos.
La cocina tiene un encanto especial, yo he cocinado en infinidad de cocinas, de pobres, de no tan pobres y de no tan ricos, en todas ellas e puesto tanto cariño en los alimentos, que las recetas salen solas, solo hace falta abrir la imaginación y disponer de los alimento como si de  un juego se tratara y disfrutar haciendo la receta que te propones hacer, con cariño, haciendo del momento algo bonito, con tu copa de vino, o con tu música o, con alguien especial.

A lo largo de mi vida los agradecimientos a mis amigos los hago cocinándoles, me consta que es el mejor regalo que les puedo hacer  y yo me siento muy orgulloso de ello.
La comida cuando llega acompañada de unos amigos, o simplemente de una soledad elegida sabe muy bien.
Me siento orgulloso de poder ofrecer mis recetas y comidas humildemente a personas que desgraciadamente no se pueden permitir un plato de comida y acuden a  comedores sociales donde están los mejores chef que he conocido en mi vida, personas solidarias que regalan su tiempo, que ofrecen su experiencia a cambio de nada, bueno no, perdón, si que recibimos, amor, amistad, cariño, ternura, sonrisa de un niño, risas, enfados, nostalgia, anécdotas, agradecimiento.
Como el que yo tengo para todos ellos, por hacerme mejor persona, por disfrutar de ratitos tan agradables, por darle la espalda al enfado y el rencor, por intentar ser un fisco feliz.