lunes, 30 de enero de 2012

COSTILLAS CON PAPAS Y PIÑA

Estamos hablando de una receta relativamente moderna en nuestro argot culinario, no obstante ha tenido un éxito impresionante, no solo por lo fácil del plato sino que resulta delicioso el contraste de la piña de millo junto a las costillas saladas, abrazadas a unas buenas papas guisadas del país y todo regado con un buen mojo verde de cilantro.
En muchos guachinches de la Orotava se sirve con el vino nuevo, es donde mejor me ha sentado al comerlo, pues un cortado al atardecer desde el mirador de Humboldt puede hacer de un día normal de comida, uno realmente bonito con final feliz, pero vamos a lo que vamos que es  la receta.

En un caldero con agua abundante, guisaremos las COSTILLAS (que habrán sido desaladas con agua fresca desde la noche anterior) junto a las PIÑAS DE MILLO cortadas en trozos no muy anchos.
Yo calculo que a la media hora más o menos añadimos las papas peladas y dejamos que todo siga su curso de hervido hasta que las papas al pincharlas con un tenedor las notes tiernas.

Yo en ese momento las escurro y les doy un hervor de 10 segundos para que la papa quede seca.
Todo lo servimos en unas bandejas acompañadas de un buen mojo verde  de cilantro que ya sabemos cómo hacerlo para que cada comensal se añada la cantidad de mojo que guste comer.


Mi abuela Magdalena tenía dos manías culinarias para este plato, una de ellas era desalar las costillas con leche, en vez de agua, según ella, quedan mucho más cremosas y tiernas y la otra era escachar unos dientes de ajo y meterlos en el agua donde se guisan para apartarlos al final de la coción.
No dudes en hacerlo para sorprender a unos amigos, es muy fácil y delicioso de comer, no olvides el vino.  
                                                                                                                      

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