PAPAS FRITAS Y HUEVO CON JAMON SERRANO

Hoy he almorzado un plato tan simple, pero tan delicioso a la vez, que te recomiendo lo hagas de vez en cuando.

Coje tres PAPAS, las pelas y las cortas en tiras, fríelas en aceite de oliva bien caliente.
Una vez fritas, escúrrelas en un papel, fríe un HUEVO y corta con unas tijeras unos 50 gramos de JAMÓN SERRANO finito.

En un plato añade, primero las papas fritas, encima el huevo y espolvorea el jamón por encima de todos los ingredientes o también puedes ponerlo en lonchas.

Con un buen pan de leña, tienes resuelta una comida, puedes añadirle también un poquito de pimentón de la Vera cuando saques las papas de la sartén, es buenísimo el sabor a leña que les da.

 

TARTA DE MANZANA DE OLIVIA

Esta es la receta de la tarta de manzana.

Ingredientes: 1 paquete de galletas María, 2 cucharadas de mantequilla, medio vaso de vino dulce, 3 manzanas, 3 huevos, medio bote de leche condensada y un poquito de amor al hacerla.

Rallamos las  galletas María y mezclamos con las dos cucharadas de mantequilla y el medio vaso de vino dulce.

Una vez mezclado lo ponemos en el molde y escachamos bien.

En un bol batimos 3 huevos, un poco de azúcar moreno, rallamos 2 manzanas y echamos medio bote de leche condensada, mezclamos y acostamos sobre las galletas.

Cortamos las manzanas en láminas y colocamos encima del invento, pincelamos con mermelada de melocotón y todo al horno a 150 grados hasta que se dore, y punto.

Te saldrá algo así.

PUDDING DE QUESO CON FRUTAS DEL BOSQUE

Este postre te quedará riquísimo. Después de una buena cena, una porción de pudding  ayuda a la digestión. Anota los ingredientes y anímate a hacerlo.

INGREDIENTES (4 personas)

4 Huevos, 150g de leche condensada, 2 manzanas reinetas, 1 queso de burgos, caramelo líquido, ralladura de limón, mermelada de frutos del bosque y  seis guindas confitadas.

Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las partimos en trocitos. Colocamos en una batidora el queso, la leche condensada, los huevos, la ralladura de limón y las manzanas, batimos todo hasta obtener una masa fina.

Cortamos las guindas en trocitos pequeños, añadimos una cucharada de mermelada y juntamos todo esto a la mezcla y finalmente lo añadimos a unas flaneras caramelizadas.

Metemos los flanes en el horno al baño María (el de toda la vida) unos 50 minutos a 180 grados, más o menos.

Desmontar cuando esté frío y adornar con queso fresco y mermelada de frutos del bosque.

CHULETAS CON MIEL.

Es una receta buenisima, muy fácil de hacer y sobre todo económica.

Pondremos las chuletas en un majado de AJO, PEREJIL, ACEITE, un poco de TOMILLO, SAL y PIMIENTA.

Dejamos mazerar unas horas para que cojan sabor.

Las freimos en una sartén y las vamos colocando en un caldero con una buena cucharada de MIEL en cada una de ellas.(puedes utilizar cualquier tipo de miel)

Echamos el aceite de freirlas en el caldero, añadimos  una pastilla de AVECREM diluida en un poco de agua, unos champiñones laminados(opcional)  y una pizca de CURCUMA.(colorante natural)

Le damos un hervor, guisamos unas papas y las servimos junto a las chuletas.
La decoración la dejo de tu mano.

Con la misma preparación puedes combinar no sólo chuletas de cerdo, atrévete también con pechugas de pollo filiteadas, o unas costillas de cerdo.

  No olvides acompañarlo con una copita de vino tinto.

BAR LOS CHURRITOS

El otro día estuve en San Andrés, un pueblecito pesquero situado en las costas de Santa Cruz de Tenerife, me he sentado a orillas del mar y me han venido tantos recuerdos, paseos por el pueblo con mis padres, pescas con mis hermanos, almuerzos con Sonia de novios.

Pero en la retina se me han quedado aquellos churritos de pescado que yo comía acompañados de una mirinda  algunos domingos con mis padres.

Entrando al pueblo de San Andrés a la izquierda, está el “Bar los churritos” orgullo del lugar, pues lleva abierto muchísimos años, sirviendo siempre los mismos platos, ahora con horario de funcionarios, no trabajan ni sábados ni domingos.

Creo que es el sitio donde mejor sirven los churros de pescado de toda la isla.

Recuerdo comer con mis padres un plato de churritos aderezado con un limón partido en dos y un pan, que junto al pulpo guisado (con o sin pimienta) formaban parte del menú del local, junto a unas vistas al mar.

Recuerdo una caseta de madera donde  servían la comida en dos bobinas  gigantes de teléfono de madera. Una hacía las veces de mesa y la otra aguantaba una paellera de aceite donde freían los churritos. Los olores que desprendía aquella cocina, se encargaban de darte la bienvenida a tu llegada al pueblo.

Nunca llegarán a ser como los de San Andrés, pero yo te animo a que los hagas un día de calor, échales un buen chorro de limón y disfruta con una cerveza bien fresquita. Ahí va la receta.

INGREDIENTES (Siempre calcula tú las cantidades)

Unos filetes de pescado blanco (sin espinas por los niños), medio kilo de harina, sal, pimienta molida, curcuma (colorante natural), aceite de oliva, una cerveza, perejil, cilantro, unos dientes de ajo, un huevo y dos limones hermosos.

Cortamos los filetes en tiras de un dedo de largo, más bien gruesitos. Luego haremos un majado con aceite, ajos, un manojo de perejil, otro de cilantro (menos) y una puntita de sal y pimienta.

Untamos el pescado con el macerado y lo guardamos en la nevera un buen rato, para que cojan sabor los filetes.

En un bol mezclamos, la harina, el huevo, la cerveza, un poco de colorante, un buen manojo picadito fino de perejil y salpimentamos. Mezclamos todo hasta que tengamos la pasta especita y sin grumos, la dejamos reposar media horita en la nevera.

Bueno, sólo queda preparar el mantel, cortar los limones, sacar las cervecitas de la nevera, un fisco de pan y empezar a rebosar bien los filetes y freírlos en bastante aceite caliente.

   

Si me sobra rebosado, cortamos unas verduras en tiras, (zanahorias, pimientos, cebolla, bubangos etc.), las untamos con la mezcla, las frío y pongo como guarnición, que lo disfrutes.

Un besito muy fuerte a doña Lala, que hace el rebozado en la termomix, pero ella no le pone la cerveza ni el colorante y como le sale más cantidad, pues la congela para un apurillo. Las nuestras, una vez fritas también. ¡¡Lala échele media cervecita a la máquina mujer!!

  

Si vas a San Andrés, date un salto al mirador y relájate viendo qué playa tan bonita, el pueblo, la costa de Igueste de San Andrés, Santa Cruz al fondo.

RATITOS AGRADABLES.

Hoy hemos ido a almorzar al sur de la isla, concretamente a Bahía del Duque, donde viven unos amigos muy especiales.

Esos amigos que tienes siempre ahí, cuando las cosas marchan un poco tristes, de los de verdad de la buena, de los que, cuando compartes mesa te sientes tan a gusto con ellos que parece que estás en casa.

El almuerzo ha sido todo un manjar, empezando con unas chistorras abrigadas con hojaldre, que estaban buenísimas, unas ensaladas con productos traídos directamente del mercado del agricultor, lo que ya de sí le da a la verdura una personalidad propia.

            

En la sala de máquinas estaba el amigo Iñaki, una garantía en los fogones de la barbacoa. Cristina nos presentó a la tía Feli, una señora encantadora, enfermera jubilada, que nos cuenta que ha sido niñera de personajes muy famosos. Nos dice que de Madrid ha traído una colección de morcillas que, como si de un desfile se tratase, irían camino de la barbacoa de Iñaki.

 Morcillas de cebolla, de arroz, chorizo blanco… vamos unas exquisiteces, que con un vermut, ameniza la historia de la tía Feli.

Me comenta Iñaki, que hay que ir a buscar unas costillas y chuletas que la madre de Cristina había macerado con un poquito de vino, ajo, perejil y no se qué secretos más, pues tenían muy buen color esas chuletas.

Así conocí a María y a Juan  Frade, que me han parecido dos personas muy campechanas. María, nada más vernos, desplegó el cariño que la gente del norte tiene para los que aprecian, explicando el macerado del chuletón y comentando con Sonia, mi esposa, lo bien que le iban a quedar unas cortinas que tenia pensado hacer para la casa de Cristina.

Don Juan, que era electricista de profesión, ahora se encuentra incapacitado, pues un maldito ictus le  ha desconectado un poco de la vida, pero a simple vista se ve que ha sido una persona noble y trabajadora.

Me comenta que la tía Feli le ha regalado una medallita de la virgen y que seguro que se pondrá mejor si le reza, enseñándome la medallita y besándola.

Observando tranquilo desde su silla de ruedas el vaivén de palabras y platos de un lado a otro. Tiene miradas cómplices de dulzura con su hija Cristina, que se nota que ha sido y es la niña de sus ojos.

Uxue, que corretea con Laurita de un lado a otro, tiene unas botitas de cerditos de colores  muy simpáticas, lo que hace reír a Laura y a mí también.

A la hora de sentarnos en la mesa, empieza una cruzada de recetas caseras entre María y Feli. Una grata conversación, la mirada de don Juan, el vino y la comida.

Son ratos tan agradables que no quieres que venga el postre, aunque al final llegó. Una tarta casera de trufa y chocolate Ferrero que estaba buenísima; aunque también María tenía en el frigo un pastel casero de melocotones con una pinta estelar.

En fin, fue de esos días en los que todo sale bien.

María me ha regalado las recetas de tortilla de bacalao y el pollo de corral en salsa.

Para la tortilla de bacalao, ponemos en una sartén dos  cebollas picadas finitas, unos dientes de ajo, un manojo de perejil y cuando esté pochado, desmenuzamos el bacalao desalado y lo incorporamos al guiso.

Le damos un toque de fuego y cuando esté todo ligado le cascamos los huevos. Me dice María, que el secreto está en no batir mucho los huevos y formar la tortilla no muy cuajada. Suele servirse como entrante antes de una buena chuletada.

Otra receta que me brindó, no sin antes prometerme que me mandaría unas cuantas más, es el pollo de corral en salsa.

(No pongo cantidades, ponlas tú según los comensales que vengan a comer)

Compramos un pollo y le pedimos al carnicero que lo trocee. Pídele la carcasa del pollo que utilizaremos con unas verduras para un buen caldo que luego congelaremos por raciones.

En casa lo maceramos con un majado de aceite, vino, ajo, perejil y pimentón, lo dejamos un ratito para que coja sabor.

Freímos el pollo con el mismo aceite del macerado. Cuando esté dorado hacemos una fritura en la misma sartén con cebolla, pimiento verde, zanahorias en trocitos, ajos, perejil, pimienta molida, pimentón y unas hojitas de laurel. Cuando esté pochada, añadimos de nuevo el pollo, unos champiñones, unas patatitas y cubrimos de agua (mejor caldo). La receta estará cuando todo el guiso haya ligado.

Me alegra mucho haber conocido a personas con las que aprender no sólo de la vida, sino a enriquecerte aún más con recetas tan sencillas, porque recetas hay miles de millones, pero las que se dan con cariño son como abrazos, te reconfortan al hacerlas.   

Espero de todo corazon que se cumpla el milagro de la virgencita y don Juan frade mejore pronto...

LAS PAPAS ARRUGADAS Y EL QUESO FRITO…¿CON GAMBAS?

Quiero dedicar esta receta a mis amigos Javi e Iñaki, que son dos humanos fantásticos a los que les encanta el mojo con papas arrugadas.

Es una comida que normalmente se sirve como picoteo, pero un buen plato con un vaso de vino tinto te puede dejar como dice el bueno de Iñaki, “pianito, pianito”.

Mi madre solía ponerlo los domingos en la finca de mi abuelo en Tacoronte y solíamos comerlo con queso asado, mojo y una sartenada de gambas al ajillo que mi madre preparaba como los ángeles.

También caía alguna papa negra con almogrote, lo que hacía la velada todavía más confortable. Hablando sobre la tierra y los productos que de ella afortunadamente se pueden sacar, del vino y de la amistad.

Siempre lo he dicho, una buena comida, por simple que ésta sea, adornada con una compañía agradable, son la esencia del buen rato.  Afortunadamente yo  disfruté algunos de ellos.

Pero vamos al tajo, cogemos las papas, las lavamos y sin quitarles la  cáscara, las añadimos al caldero cubriéndolas de agua y un puñado bueno de sal gorda (no te preocupes que la papa no quedará salada, la cáscara absorberá toda la sal).

Que rompa a hervir con todas sus ganas, unos 20 minutos y cuando la pinches y estén blanditas, escurres el agua y vuelta al fuego un momentito para secarlas, verás que la salitre queda en la cáscara.

 

Con respecto al queso, pártelo en  lascas de un dedo de grosor y añádelo a la sartén con un poco de aceite de ajo (aceite que mi madre tenía en un biberón con unos dientes de ajo)

Cuando esté dorado dale la vuelta, un poco de mojo rojo o verde y  servimos junto a las papas.  

Y  para terminar, en una paellera o una sartén no muy grande con aceite de oliva, picamos los ajos, pelamos las gambas y les damos un bailoteo. No vas a parar de mojar pan.

Esta comida tan sencilla amenizaba muchos de mis domingos a la vera de mi madre, correteando y volviéndola loca con mis  cosas de niño chico.

Quisiera dar la enhorabuena a Javi y Ruth, pues acaban de ser papás de su segunda niña, Leire. ¡Muchas felicidades amigos!

EL POTAJE DE BERROS.

Los berros crecen en parajes aguanosos o a la vera de montañas y riscos donde el agua corretea de un lado para otro.

Aunque se dan en toda Europa, casi  siempre su consumo  y utilización por grandes cocineros  se limita a meras ensaladas o como adorno en guarniciones.

Aquí en Canarias, concretamente en la isla de la
 Gomera se elabora el potaje de berros. Con creces, uno de los potajes más sabrosos que he tenido el gusto de probar.

Lo comí en Agulo, una tarde en una visita que le hice a la isla que, por cierto, perdidamente enamorado de ella quedé.

El potaje fue servido por doña Paca con unas pelotas de gofio amasado con miel y almendras, lo que colmó mi barriguita durante todo el día, incluida la noche.

INGREDIENTES.

Un manojo grande de berros, un pimiento verde, una cebolla grande, unas cuantas papas generosas, unas costillas de cerdo desaladas, una piña de millo cortada en trozos, un bote de judías blancas o crudas puestas en remojo la noche anterior y una pastilla de caldo.

Se lavan y pican los berros muy menuditos, se corta muy finita la cebolla y el pimiento, las papas se trocean en cuadritos y lo echamos todo al caldero en crudo junto con las costillas o un pedazo de carne de vaca y la piña de millo. Cubrimos todo con un chorrito generoso de aceite, la pastilla de caldo y agregamos agua hasta que lo cubra.

El secreto de la poción está en hacer un majado con unos dientes de ajo, un poco de comino, otro poco de azafrán, un manojito de cilantro y una pizca de sal gruesa.

El majado lo vertemos cuando empiece a hervir junto a las judías blancas.

Luego, entre el fuego pausado y las sabias removidas, se va  terminando de cuajar el nutritivo potajito.

Y, como no nos podemos olvidar de los niños, para que lo coman bien sin remilgos, pues vamos a colárselo.

  

DOÑA ZORAIDA Y SU RECETA CON CHAYOTAS

Tengo la receta del potaje de chayotas de doña Zoraida, una señora  Portuense de 81 años que ha dedicado toda su vida a cuidar de los que quiere con mucho amor y dedicación.

Yo creo que cuando llegas a esa edad adquieres un don divino, porque son personas que te transmiten una tranquilidad y serenidad que sólo puedes adquirir con la edad.

Me ha dado la receta con los ingredientes para muchas personas, pues dice que cuando lo hace, sale un caldero contundente que da para tres días, pero su familia no permiten que sobre mucho, porque según me dice Zory, su niña del alma, es algo especial y los aromas son el certificado de una comida  hecha con cariño.

INGREDIENTES.

Tres chayotas, 2 papas, 2 zanahorias, 1 cebolla, 1 diente de ajo, un trocito de calabaza y un poquito de perejil picado.

La preparación es bien sencilla, ponemos en el caldero las chayotas cortadas en pedacitos pequeños, las papas, las zanahorias, la cebolla. Cubrimos la poción con agua y un chorrito pequeñito de aceite de oliva.

Hacemos un majado con 2 dientes de ajos, un poquito de perejil, 2 granitos de sal y cuando el potaje empiece a hervir, metemos el majado.

En ese momento ponemos el fugo medio-bajo y dejamos que se tome su tiempo, sobre una hora.

Yo, respetando la receta me tome la libertad de añadir unas costillas desaladas y el potaje una vez hecho, quitándole la costilla, lo batí un poquito.

Quisiera terminar dando un abrazo muy fuerte a doña Zoraida y alegrarme mucho por la mejoría de su marido Oicelem, que hace poco, a todos nos dio un sustito. Si, su nombre es un poco raro, es un nombre que tiene una historia, historia que contaré de la mano de otra receta.

Me dice doña  Zoraida que son pocas chayotas tres, pues  vamos a ponerle cinco.

ENCEBOLLADO DE CABALLAS.

Tengo la receta del encebollado de caballas que, aunque te parezca raro, es muy sana, buenísima y fácil de hacer. Te sacará de más de un apuro, quedando siempre bien en la cocina, que de eso se trata.

 

Esta  receta ha pasado de la abuela de Sonia, a su madre y después a ella. Es tan sencilla que realmente yo disfruto mucho haciéndola.

Al nombrar a la abuela de Sonia, me han venido muchos recuerdos. Ha sido la bondad y paciencia en persona, la abuela Andrea, siempre escondiendo las papitas guisadas y la fruta, pues no las podía comer, la maldita diabetes no  la dejaba disfrutar de las cosas dulces de la vida y cuando la regañaban, siempre tenía esa sonrisa en la cara de niña traviesa, porque en realidad en los últimos años de su vida yo creo que la niñez volvió a sus recuerdos.

Escribía cartas preciosas con fechas antiguas, hablaba como si de antaño se tratase, recordando personas y lugares que ya desgraciadamente no existen. Pero lo que nunca, nunca oí, fue una sola palabra de protesta o queja de la abuela Andrea.

Desgraciadamente no pude rescatar recetas de su época, pues sólo tuvo un enemigo en toda su vida, el maldito Alzheimer que le robó todo. Pero realmente me conformo por haber disfrutado de su presencia, de su sonrisa, de su paz interior. Un besito muy grande y muchos tocinitos de cielo donde quiera que estés abuela Andrea.

Y ahora vamos a la receta, espero que la disfrutes como yo he disfrutado hablando de la abuela.

Los ingredientes van por capas, lo que resulta más divertido aún.
Empezamos que "ahorita" vienen a comer. Cojemos un caldero mediano y ponemos una capa que lo cubra de CEBOLLAS cortadas en lazcas finas, luego pelamos tres TOMATES DE SALSA, los  cortamos y añadimos encima, luego un PIMIENTO ROJO pequeño, también dos ZANAHORIAS.

A continuación pelamos unas PAPAS poniéndolas también que cubran, pero éstas córtalas más gruesas, como un dedo, más o menos, depende del dedo.

Cojemos cinco LATAS DE CABALLAS EN ACEITE, escurrimos un poco el aceite y las colocamos a la espalda de las papas o patatas, yo suelo soltar una latita pequeña de ACEITUNAS CON PIMIENTO para que corretéen por el caldero, le dan un toquito guay.

En una batidora pondremos medio vaso de VINO BLANCO, una PASTILLA DE CALDO, cuatro dientes de AJOS, una pizca de SAL, un poco de CURCUMA (Colorante natural de origen Indio) un manojo de PEREJIL y medio vasito de AGUA.

Batimos todo y echamos por encima de las caballas, lo guisaremos a fuego medio.

El plato estará cuando pinches las papas y estén ya tiernas, verás qué plato tan rico y original servirás en la mesa.

Esta foto me la han mandado los chicos de Madrid, hace frio y apetece unas caballitas encebolladas.

ALGO MIO

Hoy no voy a hacer recetas. Hoy me apetece escribir lo orgulloso que nos sentimos de nuestra hija Victoria.

Cómo ha sido capaz de luchar por lo que quiere, de construir su futuro con cimientos fuertes, de insistir y hacernos ver que tenía claro el camino que debía empezar a recorrer. De respetarnos, de querernos y apoyarnos en los momentos difíciles.

En fin, a veces cuando a los que quieres los tienes lejos, te das cuenta de lo mucho que les echas de menos.

Un besito muy grande y como diría tu hermana Laurita, "Busca tu luz, eres estrella"

RECETAS EXPRESS

EMPANADILLAS DE ATUN.

Freir cebolla, ajos y perejil.
 

En un bol añadimos una lata de atún grande, desmenuzamos y picamos finito un huevo duro y unas aceitunas rellenas de pimiento. Todo lo aderezamos con tomate frito y mezclamos.

Descongelamos las obleas, las llenamos con la mezcla preparada anteriormente con ayuda de una cuchara y las cerramos con las puntas de un tenedor pequeño, sólo queda freirlas y acompañarlas con unas papas fritas. 

GULAS CON AJO, PEREJIL Y GAMBAS.

En una sartén ponemos un chorrito de aceite de oliva, echamos tres dientes de ajos cortados en láminas, un manojo de perejil picado y unas gambas paladas.
Cuando nuestras amigas estén casi hechas, ponemos las gulas del norte y removemos. Espolvoreamos un poco de pimentón de la Vera, acompañamos con un poco de pan y a comer.

   
CHULETAS A LA PLANCHA.

Hacemos un majado de ajos, perejil, una pizca de sal, pimienta, pimentón, un chorrito de limón y un poquito de aceite de oliva.

Bañamos las chuletas y las dejamos unas horitas en la nevera para que cojan sabor.

Sólo queda calentar la plancha y leña al mono.

Combínalas con lo que quieras... con una ensaladita de frutos secos te quedará de lujo, o simplemente unas papas y unas rodajas de tomate con orégano y sal.

PAPAS GUISADAS CON ATUN.

De verdad parece una chorrada de plato, pero a mis hijas les encanta, es muy nutritivo y contiene los beneficios del pescado azul, seguro que les gusta.

Guisamos las papas, una vez guisadas las escachamos o pasamos por el pasapuré y ponemos un chorrito de nata, hacemos una cama en el plato y decoramos con el atún encima. Pruébalo.

PASTEL DE CARNE.

Hacer una fritura con un poco de aceite. Le añadimos la carne molida fresca, una cucharada de foe-gras a las finas hiervas, una cebolla, medio pimiento, unas aceitunas picadas y un huevo guisado.(Todo picado menudito)

Colocar en un molde un fondo de papas escachaditas con un poco de mantequilla. Encima, la fritura de carne ya cocinada y sobre ésta, unas lonchas de queso amarillo. Se coloca otra capa de puré de papas y se unta un poco de huevo batido para darle brillo.

Ponemos unos minutos en el horno a 200 grados, puedes ponerle queso rallado si te apetece.

PIMIENTOS ITALIANOS RELLENOS DE TORTILLA.

Si te gustan los pimientos y tienes unos amigos a los que sorprender, toma nota.

Lavamos los pimientos, los cortamos por la cabeza y los limpiamos bien, quitándoles las pipas.

Bate unos huevos, una pizca de sal, pícale jamón serrano, un poquito de queso blanco y mezcla todo bien.

Rellena los pimientos con una cucharilla y ponles de nuevo la cabeza uniéndola con un palillo, pica los pimientos para que se hagan por dentro, mételos en una fuente de horno y dale 180 grados hasta que veas que los pimientos estén hechos.

Yo suelo ponerle un fondo de papas guisadas gratinadas, o una salsa de champiñones "Maggi", que oye, queda de lujo, pruébala.